FACTORES POLÍTICOS
En este texto, se explicará los factores políticos de la desigualdad de género. ¿Pero a qué se hace referencia al decir factores políticos? A todo acto que implique una imposición de poder en la sociedad. En este caso, se hará énfasis en las leyes que diferencian a las personas por género, las cuales generan una división entre hombre y mujer marcada por la ley y los beneficios o consecuencias que esta traiga consigo. En los siguientes párrafos, se encontrará ejemplos de institucionalización de creencias sociales, leyes que normalizan pensamientos populares y como todo esto genera un sistema que se retroalimenta con el pasar de los años.
Con el pasar de los años, la definición de igualdad se ha tergiversado, y ahora no es más que el favoritismo a algún género en específico por factores externos. Entre los países más influyentes en el tema político, se encuentra España, ya que al tener una ideología política progresista se le toma como base en los temas jurídicos o problemáticas sociales, tales como la “desigualdad de género”. España implementó una serie de normas que institucionalizan las creencias de los partidos que las proponían. Esto significa que las normas que se establecen se creaban en base a las ideologías de los partidos, en su mayoría pensamientos de falsa igualdad. Un ejemplo de esto fue la pensión que le otorgaba el Instituto Nacional de Salud (INSALUD) a las mujeres madres de hijos menores de seis años, mientras que al hombre solo se le concederá este beneficio si se encontraba en estado de viudez. Esta norma demostraría la diferenciación por género en 1987, cuando un trabajador presentó un recurso de amparo para recibir esta pensión, pero el Tribunal Constitucional de España se lo negó alegando que las mujeres “están sometidas a condiciones especialmente desventajosas en el ámbito laboral”. Esta resolución es una expresión de la falsa igualdad que se produjo en España, al ser el Estado quien impuso esta resolución y normalizan la idea de que la mujer merece una mayor cantidad de beneficios por su condición de mujer bajo el pretexto de una discriminación positiva para la mujer. Esto es lo mismo que sucedía con los hombres antes, solo que ahora es la mujer quien recibe estos privilegios que tanto se mencionan en el pasado. En el Perú, sucede un caso similar con la jubilación diferenciada por género, ya que la mujer, pese a tener mayor esperanza de vida, se jubilaba cinco años antes que el hombre, solamente por su condición de mujer. Esta norma fue derogada ya que, al mantener en vigencia una norma así se diferencia y se brindaba una serie de beneficios a la mujer, lo cual generaba el pensamiento de que la mujer tiene menores capacidades que el hombre y, por eso, debía ser más protegida y beneficiada. Otro factor es la poca participación de la mujer en la política, ya sea como jefe de Estado o en algún rango alto político, según la ONU, el 90% de los gobernantes de un país son hombres. Esto genera que los pensamientos de igualdad sean tergiversados y que a la hora de formular o aplicar leyes el machismo siempre esté presente. Todo esto crea un sistema que se retroalimenta, pensamientos populares machistas que se formalizan con ciertas leyes, y estas leyes generan creencias sociales erradas sobre la igualdad.
En conclusión, una gran cantidad de normas o leyes que impone el Estado son fruto de creencias sociales, y estas generan consigo una desigualdad desde el aspecto político, que se manifestará en el aspecto social eventualmente. Así mismo, la poca participación política femenina no permite que se vean ambos puntos de vista a la hora de generar leyes que busquen la igualdad, ya que, al ser hombres en su mayoría, las normas o leyes mantengan cierto pensamiento machista. Una posible solución sería tener una participación equitativa entre el hombre y la mujer, que cada uno tenga un 50% de participación así se podrían implementar planes que busquen una igualdad efectiva y sincera.